Este año el plan del verano se volvió a plantear la piedra de San Martín cuándo Pepe se enteró de que la Sima C 50 estaba instalada en fijo. Se nos planteó la posibilidad de hacer una travesía mucho más corta y disfrutona que la larga y dura Tete Savage. Esta oportunidad la quisimos compartir con el club abismo con los que coordinamos plan para hacer travesía, juntar grupos y desinstalar la sima. Esto alteró los planes de desinstalación de la Federación Navarra al tener que dejar la la sima hasta la fecha que nosotros haríamos la travesía.
A nivel global el fin de semana se estructuró con las siguientes entradas:
- El viernes una entrada para hacer travesía de 4 personas compuesta por Rebeca, Montse, Jesus y Dani del Club Abismo.
- El sábado varias entradas, una compuesta por 4 miembros del Espeleoclub Viana Dani, Víctor, Azahara y Diego; otra entrada de 7 personas compuesta por Ángel, Pedro, Saúl, Sergio, Rafa y Toño estos tres últimos también de club abismo. En total 15 personas hicimos la travesía entre viernes y sábado.
- Otro grupo entró por el túnel la Verna y estuvo por ahí dando una vuelta formado por 4 miembros del Viana Jesús, Alicia, Álvaro y Manoli.
- El grupo clave de todo el plan fue el equipo de desinstalación que estuvo formado por gente que hizo la travesía el viernes y un par de máquinas de Abismo Pablo y Luis que subieron expresamente a formar parte del equipo de desinstalación de la C 50 junto con Pepe.
El resto de acompañantes que subió a pasar el fin de semana hizo la visita guiada iluminada de la sala Verna, algo muy recomendable. En total subimos de Guadalajara 28 personas a pasar un fin de semana estupendo en familia haciendo espeleología para todos los niveles.
La logística de la actividad hizo madrugar el sábado, el primer grupo entró a las 7:30 el grupo segundo grupo a las 8:30 y un tercer grupo de navarros que por lo que hablamos con ellos entrarían los primeros finalmente fueron los últimos sobre las 9:00 9:30, a pesar de los numerosos grupos no nos juntamos en la cavidad salvo en la bajada de la sima el último miembro del primer grupo y el primer miembro del segundo grupo que pudimos mantener contacto a voces.
El segundo grupo con los navarros después de la parada del túnel del viento que pudimos charlar un rato justo cuando salíamos ellos llegaban a realizar el cambio de neopreno descanso y comida.
El segundo grupo con los navarros después de la parada del túnel del viento que pudimos charlar un rato justo cuando salíamos ellos llegaban a realizar el cambio de neopreno descanso y comida.
Paso a narrar un poco las experiencias del grupo de 7 durante la travesía. Dejamos todo preparado el día anterior y aún así madrugamos bastante. Sonó el despertador a las 5:45 para vestirnos, desayunar y salimos un poco más tarde de las 6:30 del camping de Isaba ya que estuvimos intercambiando unas palabras con el grupo saliente del viernes acerca de la actividad para llevar info fresca.
Subimos los dos coches al parking del Lupin de la C-50 donde dejamos los coches que posteriormente los que visitaban la sala Verna nos los movería hasta el túnel de la Verna para cuando saliéramos tener allí el coche. Este movimiento nos evitó madrugar aún más o haberlo dejado hecho el día anterior, después de haber hecho viaje, es clave estos apoyos para la realización de la actividad con una cierta solvencia.
Sobre las 7:30 salimos a buscar la sima, la aproximación y búsqueda de la sima nos enredamos un poquito, aunque íbamos con GPS, iba y venía la señal gps. El lapiaz no es muy buena zona para rebuscar ni muy intuitivo después de un ratillo dando vueltas conseguimos encontrar la sima y nos dispusimos a bajar el primero fue Ángel el grupo le siguió la bajada de la sima muy bien sin problemas ni complicaciones.
Tuvimos un par de sustos por piedras pero por suerte quedaron en eso. Llegamos al meandro temido pero no fue ni tan estrecho ni tan duro, en total el grupo de 7 personas instalado en fijo desde la primera persona que entró hasta la última que bajo invertimos 2 horas en llegar a la unión con Él Gran Cañón.
La Instalación se encontraba en bastante buen estado algunos naturales estaban usados para reforzar algunas cabeceras monopunto pero por lo general muy bien.
El meandro es estrechito se pasa con aparatos una persona de 1.80 cm y 90 kilos sin mayores problemas, los restregones son inevitables eso provocó que el cordino de la cámara se me partió cayó al suelo pero por suerte Rafa que venía detrás la vió en el suelo y la cogió. Yo la había dado por perdida por no volver a por ella desde desde Gran Cañón no por la dureza de desandar el meandro más bien por la perspectiva de lo que queda por delante.
El cambio de neoprenos lo hicimos en la playita de conexión con el Gran Cañón sin mayores problemas, aprovechamos para dar un bocado ya que esperábamos tener un rato largo de neopreno y agua. Algunos también para poner pilas nuevas para evitar cambiar en la zona de agua. Salimos sobre las 11:15 a retomar la travesía y alrededor de la 13:30 habíamos cruzado el túnel del viento, se nos dio fantástico¡¡¡ El único punto de duda que tuvimos fue en el shunt de la Hidalga pero lo revisamos cuidadosamente, donde la escala destrozada y una cuerda fija.
Revisamos por la derecha y subimos alguno por la cuerda fija, por la derecha es una galería(no era por ahí) pero justo a la izquierda hay una una trepadilla por una gatera que te pone donde la cuerda fija es el punto más intrincado que nos planteó la travesía hasta pasado el túnel del viento.
Revisamos por la derecha y subimos alguno por la cuerda fija, por la derecha es una galería(no era por ahí) pero justo a la izquierda hay una una trepadilla por una gatera que te pone donde la cuerda fija es el punto más intrincado que nos planteó la travesía hasta pasado el túnel del viento.
El agua estaba fresquita, como siempre, no había mucha agua en el paso. La entrada al túnel del viento fue perfecta sin ningún titubeo y a la salida del túnel del viento nos cambiamos justo en el vivac de mano derecha que hay según sales.
En la parada del cambio de neopreno aprovechamos para hacer comida caliente y la gran parada en la que descansar hidratarnos, tuvimos abierta la cocina una hora sumando el cambio de neopreno la parada duró hora y media. Cocinamos lentejas pasta y sopa, para terminar un litro y medio del café. Nos repusimos totalmente con esta comida caliente, aunque echamos de menos haber pestañeado un ratillo para ver continuado como nuevos jeje..
Esta última parte de las grandes salas se hizo muy divertida y espectacular. La buena iluminación el descanso la gestión de los tiempos nos hizo disfrutar de la visita verdaderamente ya no me queda el mal sabor de boca de la primera vez allá por 2008. No tuvimos perdidas ni otras complicaciones, las paradas fueron para hacer fotos en puntos concretos muy ligados a la historia de la espeleología y algún pequeño recordatorio de alguna persona que allí dejó su vida.
Llegamos a la verna después de tres horas y media de actividad, que con la hora de fotos risas, ilumina aqui, apaga, ponte allí, ahora con Canfran… Nos dieron las 19:30 cuando quisimos salir, se notó que no teníamos ganas ni prisa por terminar nuestra andadura por la piedra san Martin.
Un auténtico placer, un gran día y un gran equipo, seguro que repetimos!!!
Fotos: mix variado de los grupos (Guillermo, Víctor y Pedro)