
La historia de esta cueva nos vino a través del boca a boca, no deja de ser uno de los grandes sistemas peninsulares pero por alguna extraña razón hasta ahora no habíamos puesto atención en él.
Dani me metió el pájaro en la cabeza de ir a hacer una visitilla, de repente en verano del 2014 salió un finde relámpago y nos dispusimos a realizar una primera incursión. Buceamos en la ingente información que tienen los ingleses en su página web de Matienzo y al turrón. Esta vez el objetivo era conocer un poco este gran sistema, aunque todos llevábamos en la cabeza ir hasta el Astradome.
Subimos a Cantabria Alicia, Azahara, Dani, Fran y yo, nos instalamos en el albergue de Ramales. El plan era entrar en la Hoyuca por la Iglesia para ver hasta donde llegábamos. Como mínimo queríamos llegar a la confluencia del segundo río que proviene de Riaño.

Otro pequeño objetivo era dejar balizada en sentido salida el tramo de Hoyuca para una futura travesía.

En total estuvimos unas ocho horas desde que entramos y salimos por Iglesia. Incluimos un cambio de ropa al principio de la zona de agua. Conseguimos llegar a la confluencia del segundo rio y no creímos buen momento alargar la actividad para ir al astradome, preferimos dejarlo para una futura ocasión. Cuando emplazas en un plan así algo para otra ocasión siempre te queda la duda de si ese día llegará, pero bueno…
La foto de salida habla por sí sola de lo aconsejable que resulta la entrada por Iglesia de la Hoyuca. El color de los monos está debajo de la capa de mierda ¡no es barro! ¿Volveremos?
Un año después de la anterior visita a cuatro valles en una limpieza de material del plan de Arañonera, volví a coincidir con Dani. Como era de esperar hablamos de la asignatura pendiente de la Hoyuca, además Dani y Azahara tenían en septiembre vacaciones en donde subirían una semana a Cantabria. Vimos la ocasión perfecta para ir otra vez allí, pero el plan no tomó el camino esperado de visita al Astradome. Pepe había traducido información de los ingleses y nos pareció más atractivo intentar hacer la travesía Riaño la Hoyuca.
El plan se hizo grande y tal fue la gente animada a subir ese finde a hacer algo a Cantabria que se optó por montar dos actividades distintas. Un grupo visitó Coventosa y otro Cuatro Valles. El grupo de la travesía de Riaño-Hoyuca lo formamos Dani, Azahara, Saúl, Esther y yo.
La entrada de Riaño la dejaron identificada Dani y Azahara durante la semana de vacaciones por lo que él sábado no perdimos mucho tiempo en llegar y estar dentro.
La verdad es que este no es el plan típico para subir a Cantabria, la entrada nos lo confirmó con su tamaño. Andaba en pensamientos: buff venir hasta aquí para esto… Esther su primera visita a Cantabria y meterla aquí… Anda que no hay cosas mejores… Estas eran mis primeras sensaciones al ir por los primeros estrechos e incómodos tramos de galería.
La heterogeneidad del grupo en experiencia y tamaños resultó determinante para lograr conectar por los laminadores inundados de Riaño. Dani y Esther se apoyaron mutuamente para resolver este paso clave en la realización de la travesía. La verdad es que le echaron fe porque es muy estrecho y húmedo. Yo que fui el último por lo que tenía mucho camino surcado en la grava y aunque era angosto el saber que había final feliz me dejaba bastante tranquilo.
El paso nos obligó a mojarnos a todos y aún no teníamos los neoprenos puestos, pero bueno creo que mejor así, dudo que hubiera podido entrar con él puesto.
En este paso me di cuenta que el plan habían encajado perfecto en el grupo, ya que todos aportamos, todos disfrutamos, todos fuimos participes y clave en que saliera. Cada día tengo más claro que la espeleo es un deporte de equipo.
Cuando llegamos a la Hoyuca antes de entrar a la galería del gorila nos cambiamos a traje de agua y atacamos la segunda parte de la travesía ya entrando en territorio conocido de la anterior visita. El neopreno nos acompañó hasta la salida pues el tramo desde la zona húmeda hasta la salida recordábamos que no se hace muy largo.
Lo único que esta vez cambiamos fue la boca de salida de la Iglesia, no estábamos dispuestos otra vez a salir como si nos hubiéramos bañado en mierda de vaca. Lo logramos esta vez al salir por el pequeño museo de la leche de la entrada del campo.
La foto de salida muestra la alegría de haber conseguido evitar la salida de la Iglesia.
Un plan de sábado perfecto ¡¡¡
Llueva o no llueva la próxima el Astradome…
