Escrita por Eparco
Aprovechando que estábamos en Fuente Álamo (Jaén), pueblo de mi mujer y a la vez tía de Iván, decidimos aprovechar la mañana y visitar alguna sima cercana.
Había que regresar para comer, que eran fiestas y había que estar descansado para echar algún pasodoble con “la rubia”. Nos decidimos por la “Sima de los Macarrones”, que la sitúan en Priego de Córdoba, pero está al lado de Castil de Campos.
Los datos para llegar eran, ya no, un poco pobres porque no encontramos coordenadas de la boca y sí una aproximación a la misma.
«Saliendo de Castil de Campos, tomamos la carretera que va a la Aldea de la Concepción junto a la parada del bus, que un poco más adelante pasa a ser una pista. A 1,6 Km nos desviamos por un carril a la izquierda, y aparcaremos en un olivar, después de recorrer 1,2 km. La boca está a media altura en el cerro que tenemos enfrente en dirección SW.»
Sin coordenadas el encontrarla es un poco entretenido por decirlo suave. Nos costó más de una hora dar con la boca, y eso que un amable lugareño nos indicó más o menos como llegar.
Nos dijo que hace más de 40 años, cuando tenía 8, bajó con unos espeleólogos de entonces y que estuvo unas cuantas horas dentro.
Ahora con el track encontrarla es fácil. Esto es lo más importante de nuestra aportación a la sima, que en realidad es un pozo rampa de 18 m
La track se puede encontrar en este enlace de
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8019055
o nuestro propio mapa de Espeología
https://www.google.com/maps/d/edit?mid=z5n_0PR6sHpQ.k5b0jee–oWM&msa=0
La entrada es una raja por la que se pasa con dificultad.
Hay restos de un spit, pero es mejor usar el arbol que hay junto a la entrada
A los pocos metros se puede montar un fraccionamiento con algún cintajo en una estalagita
La sima es una rampa de 18m, en la cual no se necesita pedal para subir
A media altura a la derecha tiene una sala muy concrecionada que le da nombre
Ya sé que con estos datos alguno dirá que el nivel ha caído bastante, pero el día estuvo precioso y la caminata buscando la entrada hizo que el arroz de la cuñada nos supiera más rico.
PD. La entrada es una raja estrecha a ras de suelo por la que alguna cornamenta no pasa