Pablo López y Arturo Garralón
El sábado 22 de junio tuvimos un reencuentro con la sima de las Majadillas, después de muchos años, aunque lo cierto es que Pablo no la conocía, por llevar poco tiempo en el club con nosotros.
Como ese día no estaba prevista ninguna otra visita de otro club, Gabino, del Ayuntamiento de de Sacecorbo, nos facilitó gentilmente el acceso, por el procedimiento habitual. Y pudimos comprobar cómo en estos años han arreglado el camino hasta la cueva, tanto como para llevar el Ibiza hasta la misma puerta.
Al ser sólo dos hicimos, todo el recorrido a buen ritmo, bien pertrechados de coderas y rodilleras. Incluso pasamos el sifón, eso sí, tras unos segundos de duda al comprobar la temperatura del agua. Como otras veces, la galería no estaba totalmente sifonada, con una distancia de un palmo desde el agua al techo durante un par de metros. Después continuamos en bañador, ya bien refrescados, hasta el final.
En total tardamos en torno a las tres horas, y lo disfrutamos de verdad. La pena era que encontramos la cueva bastante sucia: con abundantes descargas de carburo, bolsas de plástico y muchas cintas de precinto por todos los sitios. Hicimos limpieza de lo que pudimos, pero no de todo.
Al igual que ocurrió otra vez anterior, se había caído a la sima un lagarto, e intentamos hacer la obra buena de soltarle al exterior, pero mientras que aquella vez se dejó coger amigablemente, éste no se fió de nosotros y no se dejó coger. Se ve que los lagartos de ahora son más desconfiados que los de antes.
Restos de basura
Recuperando temperatura después del baño.