El pasado 15 de octubre comenzamos la 3ª campaña de exploración y topo de la cueva del Tornero. Pedro la tenía muy bien organizada y preparada. Hasta el último detalle. La actividad consistía básicamente en topografiar la galería D5 de la cueva del Tornero y ya os digo que nos hemos venido con la galería topografiada. ¡3 km de topografía! utilizando, eso sí, nuevas tecnologías, que simplifican mucho el trabajo, aportan gran velocidad a lo tedioso del levantamiento topográfico de cavidades y le aportan una precisión desconocida hasta ahora.
La cueva del Tornero, para los que no la conozcáis, está en la Hoz Seca de Checa, provincia de Guadalajara y tiene un funcionamiento hidráulico muy particular. Su zona de captación de agua son varios kilómetros cuadrados, desde el Poljé del Cubillo hasta «las Pérdidas» del río de la Hoz Seca. El agua del Tornero se mueve por cota de nivel freático, pudiendo inundarse completamente ,o en época de estiaje máximo, abrir en su totalidad los múltiples sifones que dan entrada a las diferentes zonas del sistema.
El Tornero es la segunda cavidad, en tamaño, de Castilla la Mancha y después de la cueva de los Chorros en Albacete, representa uno de esos mundos «desconocidos» y todavía sin explorar.
Este año la cueva nos ha abierto todos sus sifones y el Espeleoclub Viana ha decidido darle un fuerte empujón a la nueva cartografía que se está preparando de la cueva.
La actividad ha consistido en pasar en cavidad dos días y dos noches y conseguir, con dos equipos, topografiar la totalidad del D5. En el equipo éramos cinco: Alicia García, Dani García, Pedro Guillén, Ángel Guillén y el que suscribe (Pepe Serrano).
Cenando en nuestro hotelito
Nuestro hotelito
Llegamos al Tornero la tarde del viernes y fuimos derechos al vivac del D5 -2 horas y media desde la boca-, que está en el cruce con las galerías Efe. Allí una cena de hermandad y todos al saco. La mañana siguiente hicimos dos equipos, uno con todos los máquinas del grupo -Ángel, Dani y Pedro- que irían al final del D5 y comenzarían a topografiar la galería de atrás hacia adelante. El segundo grupo compuesto por «los veteranos» -Ali y yo- comenzaríamos a topografiar desde el cruce del D5 con las Efe hasta encontrarnos con el quipo de «los máquinas».
Así lo hicimos y de veras que funcionó muy bien. Pedro y sus chicos llegaros al final del D5 en hora y media (ya hemos dejado claro que son los máquinas del grupo :-), bajando el P6 a mano y trepando y destrepando a pelo todas las dificultades de la galería, que son muchas. Por otro lado Ali y yo hicimos un papel «muy digno» en la primera mitad de la galería que topografiamos. Por supuesto que nosotros no bajamos el P6 a pelo, sino por la gaterilla que te lo baja en diagonal.
Los «maquinas» bajando el P6 a pelo
Antigua zona final del D5
Comienzo de la rampa -casi colmatada por grava en su totalidad- que abre las zonas nuevas y terminales de esta galería.
Esta galería, de gran interés deportivo, cuenta con 23 laminadores-rampa de grava. Estas rampas son «el alma» del D5 y están repartidas a lo largo de toda la galería (de 4,5 km de longitud), dándole diversión y entretenimiento a la progresión.
La parte más angosta de la rampa mas estrecha.
Volviendo a lo que nos ocupa, la topografía de la galería, después de más de 100 puntos topográficos hechos, Ali y yo paramos para comer algo. Nos dio un poco de bajón cuando nos dimos cuenta, comprobando la antigua topo de Lobetum, que habíamos avanzado muy poco. Le comenté a Ali que quizá nos cruzaríamos con el otro equipo a las 2 de la mañana. Aún así, en ningún momento nos faltó el ánimo y tras pasar «la recortada de dos cañones», la rampa tras el paso del «Caracol» -fin de topo de Lobetum- comprobamos que habíamos hecho mucha galería ya. A los muchos cientos de metros de galería más oímos las voces de los del otro equipo. Nos juntamos y cerramos la topografía en nuestro punto 418 y su punto 218. Eran las 10:30 de la noche, una hora muy razonable, en la que teníamos terminada la topo de esta descomunal galería. Desde el vivac hasta el final, algo más de 3 kilómetros. Trabajo hecho, subidón colectivo y de regreso al vivac a celebrar el éxito de nuestra jornada de ocho horas de topografía.
Momento del encuentro en el punto 418
Dani dándole al Disto x3
Casi al final del D5, hay un tramo de galería llamado «galería de las lombrices». Siempre que hemos pasado por allí hemos encontrado lombrices en el suelo, y esta vez no iba a ser menos. Evidentemente estas lombrices vienen de los sumideros del poljé del Cubillo que en ese punto están justo arriba, pero con una capa de grava que hace imposible la conexión.
Cena y pequeña «fiestuqui» en el hotelito, a la vuelta de la jornada de trabajo.
Al día siguiente, y con calma, volvimos a la calle saliendo por el sifón Mari Carmen, que no sólo estaba abierto, sino que estaba completamente seco. Yo nunca lo había visto así.
Ya de vuelta recogiendo los trastos
Este año publicaremos en nuestra web lo que llevamos topografiado del Tornero, que irá crececiendo de año en año.
Pepe Serrano
Espeleoclub Viana
Buena crónica y sobre todo buen trabajo.
Ahora a ver cuándo se puede volver después de estas lluvias.