El 22 de febrero justo en los carnavales había plan en el club y como otras muchas veces nos pillaba en el pueblo a Ángel y a mi por lo que si el plan era temprano o corto nos podríamos apuntar.
Una vez ya con el objetivo en mente de la C-2 las ganas crecieron pues ya Guille y yo una vez nos tuvimos que dar la vuelta por avería en el coche¡¡
Así que hecho ¡¡¡ bueno… algún componente de última hora que se baja del plan, como es de costumbre por desgracia.
Quedamos pronto a las 10:00 en la boca. Nos juntamos allí directamente ya que un coche venía de Guadalajara con Gonzalo, Epar, Guille y desde Molina Ángel y yo. Pudimos acceder muy bien hasta el parquin al lado del camino, a pesar de haber algo de agua, buen camino y corto.
Preparamos el material, nos vestimos y para allá, el paseo desde el coche nos lleva menos de 1 minuto no plantea dificultad ninguna. Cuando llegamos el acceso a la boca está en una pequeña dolina y no enseña ni da muestras de lo que de verdad se cuece allí dentro. Es un cuevón un poco tímido ya que le cuesta dejarse ver por su pequeña boca y las dos estrecheces que hay que superar antes de poder apreciarlo.
Para la entrada Guille tomó el primer puesto y fuimos bajando despacio sorteando estrecheces. Comprobando los niveles de O2 que nos acompañaron durante el descenso. Encontramos la cavidad bastante regada sobre todo en el último y espectacular pozo. Pudimos comprobar, lamentablemente, como algunos de los aportes que van al pozo daban algo más de vida propia a la Sima que de vez en cuando hacía volar de manera súbita y sin aviso piedras. Tuvimos algún que otro vuelo y uno de ellos impactó en Gonzalo durante la subida… menos mal que se quedó en un susto y pudo salir solo sin ayuda.
Llegados al fondo aprovechamos para hacer fotos del descenso del resto de los compañeros, aunque no son ninguna maravilla y casi mejores las del móvil que las de la cámara. Nuestro compañero el medidor-despertador fue un poco pesadilla, aunque con niveles óptimos cantaba sin parar y no tiene botón de apagar…
Comimos, bebimos algo, foto de grupo y nos organizamos para subir. Especial cuidado de estar fuera de la vertical del aporte donde las piedras volaban solas. Organizamos la subida y tras el susto del impacto a Gozalo decidí esperar e ir dejando paso a algún compañero y parar a esperar en las estrecheces por si hacía falta echar una mano a pasarlas a Gonzalo.
Ya una vez fuera comprobamos el golpe de Gonzalo, por suerte no había sido mucho. Fuimos para el coche a recoger, comer y comentar un poco la jugada de la jornada, tras este agradable rato despedimos la jornada y vuelta a casa para llegar a una hora de aprovechar un rato de carnaval.
Espectacular cavidad que suma una más a la zona y que no será la última, estoy seguro, pues sigue trabajando el Club Abismo. Esperemos que tengan muchos éxitos para conocer muchas maravillas más.
Un placer como siempre compañeros.
Toda la info de esta espectacular cavidad en nuestra zona de descargas
Guadalajara