El domingo 12 de Febrero Fernando Muñoz (Fernán) y yo (Jorge) decidimos que algo teníamos que organizar para ese fin de semana. El tiempo prometía lluvia, por ello nuestra primera idea, ir a escalar en clásica el pájaro de la Pedriza no era un plan viable.
Así es que ya que nos iba a tocar mojarnos, decidimos irnos al Barranco de Poyatos a mojarnos de verdad. Quedamos a las 08.00 en nuestro pueblo, Saelices (Cuenca). Desde allí ponemos rumbo hacia el pueblo de Poyatos al cual llegaríamos sobre las 10.00. Después de tomar un café y unos cruasanes de chocolate, bajamos hacia el aparcamiento que existe al finalizar el barranco.
La idea inicial era pegarnos el «pateo» desde allí hasta el inicio del barranco, unos cuatro kilómetros, que presumiblemente habíamos estimado que tardaríamos una hora y media. Aunque ya íbamos comentando por el camino en coche que a ver si pasaba alguien y nos subía como nos pasó en Valporquero. Había que cruzar los dedos, jeje.
Cuando estábamos vistiéndonos de «romanos» pasó un forestal solo con su 4×4, ahí estaba nuestra oportunidad, nos miramos y a Fernán le faltó tiempo para salir corriendo….. ¡¡Lo habíamos vuelto a conseguir nos ahorramos el paseíto y nos suben en coche!!
Nos acercó prácticamente hasta el inicio del barranco, subimos todo el trayecto charlando con el forestal. Persona muy agradable y campechana.
Pues ya estábamos en el inicio del barranco, eso sí, al final entre unas cosas y otras eras las 12.00.
Decir que el barranco de Poyatos consta de 8 rápeles (contando el rapel final de la presa escalonada).R4, R7, R6, R12, R7, R6, R20 y R7. Si el caudal lo permite algunos de estos son saltables.
El track de la ruta realizada es el siguiente:
https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=16409897
Comenzamos con el primer rapel (R4) que está justo después del puente donde comienza el cañón. Entre saltos, destrepes y rápeles vamos avanzando por este cañón de carácter calcáreo.
Seguimos avanzando por el cañón hasta llegar a una zona donde el cañón se abre y se une por la izquierda con el Arroyo de la Huerta. En este punto abandonamos el cañón, dirección hacia la derecha, durante un rato para subir hasta el Salto de los Catalanes o del Arco de Piedra. Después de unos 400 metros de caminata llegamos a la cabecera. Decir que este es un salto de agua que salva las paredes principales. Se trata de un rapel muy chulo de unos 40 metros en volado.
Después de realizar este bonito salto de agua volvemos al Barranco, al mismo lugar donde lo habíamos abandonado.
Seguimos descendiendo por el entretenido cañón, el cual se va abriendo cada vez más.
Por último llegamos al último rapel, el rapel de la presa de 7 m de altura. Después de descenderlo continuamos durante unos metros por el cauce hasta llegar al puente romano donde teníamos aparcado el vehículo.
Eran las 15.45, nos quitamos los neoprenos y demás bártulos. Recogemos y de vuelta a casa, finalizando un día magnifico con una fabulosa actividad y un entorno único. Y eso sí, pensando ya en la siguiente………