|
|
|
 Esta vez hemos decidido visitar una de las cavidades mas importantes de Montes de Valnera, de Burgos, en la localidad de Espinosa de los Monteros; y os puedo asegurar que con sus cuatro pisos de galerías, puede dar mucho de sí. Además de la posibilidad de hacer la travesía, conectando sus dos bocas, y visitar el Pozo Amable que con sus 253 m. totalmente vertical y un diámetro entorno a los 25 m es uno de los grandes abismos subterráneos, sin olvidar a su hermano pequeño el P120. Tras barajar varias opciones de recorrido, finalmente decidimos que no haríamos la travesía, sino que entraríamos por la Torca de los Morteros y bajaríamos hasta el Cuarto Piso para llegar hasta la gran Galería de Alberto. Después volveríamos al Primer Piso para continuar su galería principal hasta cruzar el P120 y continuaríamos hasta encontrarnos la que suponíamos, seria la majestuosa cabecera del Pozo Amable. Con esas intenciones, partimos el viernes hacia el Albergue de Ramales: Guille Dani Azahara Quique Jonatan Alicia Llegamos tarde, pero Rocío ya nos había reservado la habitación del piso de arriba, que tiene su propia mesa con sillas y nos comimos una cena fría … la tortilla de la madre de Jony siempre esta «de muerte» … sin molestar a nadie. Al día siguiente nos vino también de perlas, para desayunar en la misma habitación; recoger todo en un «pis pas» y empezar a preparar todo el material … ¡Gracias Rocío!
 ¡Nos vamos! Nos espera una cavidad que nunca habíamos visitado; no tenemos mucha información y estamos ansiosos por ver que nos depara. Cruzamos el puerto de la Sía y el primer problema … según nuestros datos el desvío está en el Pk 12,550 en dirección Espinosa de los monteros; pues bien, estamos en el Pk 7 y a medida que avanzamos el Pk baja … ¡No puede ser! Los datos supuestamente eran correctos. Al final localizamos el desvío por un plano aéreo y el Pk correcto es el 5.500 ¡Solucionado! La pista esta hormigonada hasta el 1º cruce, pero a partir de ahí han echado una grava gorda y nuestros turismos patinan al subir … a partir de aquí subimos andando. Comimos algo, al lado de la boca, antes de entrar y nos pusimos al sol a pesar de ser las 12 de la mañana del mes de Agosto.
 Nos vestimos de faena
 Torca de los morteros Y ¿Quién es el primero que se mete al congelador? …
 Torca de los morteros Después de que nuestro sacrificado hombre nos instalara el P25, mientras algunos esperábamos cómodamente tumbados al sol, no nos quedó más remedio que ir entrando. Rápidamente nos adentramos en el Primer Piso en busca del desfondamiento con el R4. Es sumamente fácil de bajar o subir en oposición, por lo que no pusimos cuerda.
 Torca de los morteros Seguimos avanzando por una galería estrecha hasta llegar a un bloque por el que hay que trepar para llegar a la cabecera del P8 … ¿P8?, todos eramos de la opinion de que no había 8 m ni de coña … Comienzan las dudas sobre si vamos bien o no, pero la cabecera coincide con nuestros datos. Se trata de una cabecera tan estrecha que de una zancada llegas al otro lado y lo destrepas por una estrechez a la izquierda … otro que no necesita cuerda. Una vez abajo pasamos por una diaclasa estrecha pero breve, gateamos bajo un puente de roca, giramos a la izquierda y aparecemos en oootra galería estrecha donde sopla un aire gélido dejandote la cara helada … todos «metemos presion» a Dani para que instale la cabecera del P9 a toda leche!
 Torca de los morteros El P9 nos deja en una sala en la que ya no hay corriente de aire, la temperatura es más agradable y se acabaron las estrecheces! Encontramos la continuación hacia la izquierda por una galería amplia, balizada con hitos, que nos lleva a la gran ventana desde la cual vemos la Encrucijada … seguimos un poco más y efectivamente encontramos la bajada de acceso. En la encrucijada paramos un momento a consultar la topo y situarnos
 Torca de los morteros Vemos un estrecho conducto a la derecha … por ahí se conecta con Imunía, pero como nuestro propósito no es hacer la travesía sino continuar bajando para conocer las zonas mas profundas de la cavidad … tomamos la gran galería que nos llevará al Cuarto Piso. La galería es muy cómoda, de suelo liso y con unas bonitas paredes labradas. Rápidamente nos topamos con la cabecera del P30.
 Torca de los morteros Dani lo instala y detrás baja Guille. Ambos se dan cuenta de que uno de los fraccionamientos se encuentra en un lugar poco adecuado y deciden cambiarlo, por lo que Guille se pone manos a la obra dándole a la maza y el spitador.
Subsanado el problema bajamos el resto y continuamos por una galería amplia de suelo arenoso por donde discurre la marca de un pequeño curso de agua (hoy estaba seco).
 La subida del E11 nos deja en una pequeña terraza sobre el siguiente pozo
Este P13 no hay que bajarlo hasta su base, que enlaza con el P24, sino que hacemos un péndulo hasta una repisa con una rampa ascendente; al final de la rampa hay un spit para poder hacer un rapel guiado.
La rampa ascendente desciende inmediatamente hasta la cabecera del siguiente P17. La aproximación tiene su riesgo y decidimos poner un spit de acceso. Miramos la hora y … ¡woaaah! las 7 de la tarde; si queremos visitar los grades pozos del primer piso deberíamos ir dando la vuelta …
 Nos volvemos desinstalando por turnos
Una vez de nuevo en el Primer Piso, subimos la rampa ascendente que nos lleva al Paso Soplador y nos adentramos en la Galería principal de este sector.
 Pronto llegamos a un gran desfondamiento destrepable y a la derecha encontramos la gran cabecera del P120. Se aprecian dos aportes de agua, ahora apenas húmedos, pero por las marcas, en época de agua deben ser dos grandes cascadas que se precipitan por esta gran vertical.
 Conscientes de que éramos los únicos visitantes en la cavidad, no pudimos resistirnos a tirar una piedra: ¿Cuánto tardaría en caer? … La piedra bufaba y bufaba cada vez más fuerte durante interminables segundos antes de oír el estruendo al caer. (comentario de Guille: ¡¡Da miedo … mucho miedo!! )  A la vuelta en el P120 Guille y yo nos asomamos a su boca por una zona aparentemente segura. Tan a tiempo llegan Dani y Jony con una piedra enorme y al caer rebota por las paredes y el suelo bajo el que estábamos tumbados Guille y yo comienza a temblar!! … cuando mire hacia a Guille le vi por el aire saltando hacia atrás en plan «Matrix» … una milésima de segundo después yo hacía lo mismo, ¡que susto! Nos dimos cuenta de que el borde del P120 es una cornisa hueca, ¡Cuidado! … vámonos antes de que la liemos.
 Salimos de noche y ¡cómo no! cruzando el bosque nos pasamos la cabaña y acabamos subiendo a la pista por un «hermoso jardín» de aliagas hasta la cintura, que nos dejaron el recuerdo para dos días en nuestras piernas … ¡Qué bonita es la espeleo! Menos mal que al llegar al albergue nos espera una ducha y una suculenta barbacoa. Como he dicho al principio, la cavidad da para mucho … habrá que volver.  Acceso, Descripción, Topografía y Ficha Técnica , en la zona de descargas |
